19 Apr, 2024
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Muere Valery Rozov tras un salto en la región del Himalaya

A sus 52 años, muere el experimentado wingsuiter y atleta extremo, Valery Rozov, durante una expedición y salto en el Himalaya…

 

 

Valery Rozov a punto de saltar del monte Huascarán, en Perú

 

Rozov murió el pasado sábado 11 de noviembre mientras practicaba wingsuit, a más de 6.800 metros de altura en el Himalaya, golpeándose contra un acantilado en el Monte Ama Dablam, en Nepal.

 

«La estrella rusa de deportes extremos murió después de estrellarse contra una de las caras de la montaña mientras saltaba con su traje de alas«, informó a The Himalayan Times un representante de la empresa Seven Summit Adventure, encargada de organizar la expedición.

 

 

Valery Rozov falleció el pasado sábado 11 de noviembre de 2017.

 

 

Saltos épicos de Rozov

 

Experimentado atleta y una de las figuras legendarias de Red Bull, Valery Rozov saltó desde el Everest, el Monte Kilimanjaro o hasta en la Antártida, siendo el primero en aventurarse a saltar en paracaídas en un volcán de Kamchatka.

 

 

 

 

El especialista ruso selló una increíble marca mundial, tras saltar en octubre de 2016 desde 7.700 metros en el monte Cho Oyu, ubicado en la frontera de Nepal y China.

 

 

 

 

Ese día Valery Rozov batió su propio récord de 2013, cuando se lanzó a 7.200 metros en el Everest, volando hasta el glaciar Rongbuk (más de 1.000 metros por debajo).

 

 

 

 

Este año saltó desde el Huascarán, en Perú, a más de 6.000 metros.

 

 

 

 

El wingsuit, un deporte extremo y lo más cercano a volar

 

La variante de salto BASE con traje de alas se llama wingsuit y permite planear durante kilómetros, volando como un ave y sobrevolando los paisajes.

 

Se trata de otra muestra extrema del ser humano y su pasión por la adrenalina y la superación de límites. De aquello que parece imposible.

 

 

Un vuelo en wingsuit por Dubai.

 

 

En el último tiempo, las distintas modalidades de salto BASE se han convertido en uno de los deportes extremos más peligrosos, practicado desde acantilados, puentes, helicópteros, rascacielos o antenas, alcanzando en el recorrido velocidades superiores a los 200 km/h. Entre otras amenazas a la vista y además del riesgo que supone saltar a miles de metros de altura, la acción del viento puede tornarse letal.

 

 

 

 

Cada año mueren, aproximadamente, entre 5 y 15 personas, según indicó a Forbes Harry Parker del Circuito Internacional PRO BASE. Durante el pasado 2016, la cifra fue negra, llegando a casi 40 muertos. Una base de datos elaborada por Blinc Magazine lleva un recuento de 330 accidentes fatales desde 1981 a 2017.

 

En este año a punto de culminar, allí se registran unos 18 fallecidos, entre ellos el trágico final de Valery Rozov.

 

 

La mayoría de accidentes reportados fueron con trajes de alas, una modalidad incorporada en los 90′ por el paracaidista y pionero de los aires, Patrick de Gayardon, quien murió en 1998 durante un salto en que llevaba el traje de alas que había desarrollado.