29 Mar, 2024
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4 razones para conocer Sagres, Portugal

Un pueblo al lado de la costa, rodeado de paisajes de rocas, acantilados y tremendas playas, en una ubicación geográfica donde el océano Atlántico impone todo su color e inmensidad…

 

 

 

La panorámica desde la Fortaleza de Sagres

 

 

 

Fortaleza Sagres

 

 

 

Una obra humana esculpida sobre la roca natural, la Fortaleza de Sagres o también llamado Castillo de Sagres es una monumental fortificación construida en el siglo XV, que ha tenido una presencia clave en la historia de la navegación y que sirvió en el pasado para defender la ciudad de los ataques de corsarios.

 

 

 

Una enorme rosa de los vientos en el suelo de la Fortaleza de Sagres. Algunos autores consideran que era un reloj de sol.

 

 

 

Localizada al suroeste del Algarve, en Portugal, los acantilados de esta gran fortaleza permiten observar el Cabo de San Vicente y una bella panorámica de toda la extensión costera de Sagres.

 

 

 

Playas para todos

 

 

 

 

 

 

Los surfistas encuentran en Sagres su propio paraíso de olas, pero quienes vayan en plan de descanso pueden descubrir playas vírgenes y solitarias que invitan a extensos recorridos. O que llaman a echarse como un lagarto en sus arenas finas y doradas, bajo un sol tibio que no quema como acá. Sus aguas son verdes y turquesas y muy frescas, bastante más frías que las playas de Maldonado y Rocha.

 

 

 

Playa del Tonel

 

 

 

Tonel tal vez sea una de las mejores playas para llevar la tabla y destinar una larga sesión de surf. Se encuentra justo a la salida del pueblo, de camino rumbo hacia el Cabo de San Vicente. Está casi que escondida y se llega bajando algunas escaleras.

 

 

 

Tonel desde otro ángulo, a través de una de las cuevas de roca que se alzan sobre la playa

 

 

Beliche es otro popular spot de surf en Portugal durante algunos momentos del año y a la vez, una playa muy visitada por su encantadora serenidad, también ubicada a la salida del pueblo de Sagres y en dirección al Cabo de San Vicente.

 

 

Hay que ir livianito, sin pesos innecesarios, dado que para acceder es ineludible bajar más de 160 escalones.

 

 

 

 

 

 

Otras playas de Sagres son Rebolinhos, situada entre acantilados y montones de cantos rodados, Martinhal, Mareta, Castelejo, entre otras.

 

Su tranquilidad agreste y su intocable belleza

 

 

Casitas viejas, blancas y despintadas muestran los azotes de las brisas y vientos marinos. Un destino de ensueño para alejarse de ruidos, ritmos veloces y neones. Un remanso en medio del Algarve, alejado de las masivas concurrencias y sin invasiones de desproporcionados resorts turísticos.

 

 

 

Tormenta de Sagres

 

 

 

El pueblo de Sagres parece permanecer en la más absoluta relajación. Como si el tiempo no pasara y corriera en cámara lenta, allí no hay ninguna prisa para nada. Todo lo ocupa el sonar y la presencia del mar.

 

 

 

Puestas de sol desde el Cabo de San Vicente

 

 

 

Cabo San Vicente

 

 

Desde el pueblo hasta Cabo de San Vicente hay que atravesar varios kilómetros por una carretera recta.

 

 

 

Cabo San Vicente, otra visita obligada de Sagres

 

 

 

Además de su gran faro o la posibilidad de visitar su fortaleza, se trata de un punto imponente para apreciar en primer plano cómo el sol se sumerge en las aguas del Atlántico, siendo uno espectador de la naturaleza a escala gigante.