09 May, 2024
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Olas salvajes: Millenium Wave, la «Ola del Milenio» surfeada por Laird Hamilton

El 17 de agosto del año 2000, Laird Hamilton surfeó la llamada Millenium Wave – la «Ola del Milenio»- en Teahupoo, Tahití, catalogada aún hoy como uno de los recorridos de surfing más memorables. Recordamos esta hazaña épica, inmortalizada hace poco más de 18 años…

 

Foto: Joel Guy

 

 

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La potencia de Teahupoo

 

 

 

A fines del 90′ ya se la consideraba uno de los retos de surfing más peligrosos del mundo. En el año 2000, el periodista y surfista Gary Taylor escribía:

 

«Teahupoo no es una ola, es una zona de guerra… Un monstruo de la naturaleza que un bastardo decidió llamar un lugar de surf».

 

Además de su tamaño, esta izquierda de Tahití intimida por la configuración irregular de su oleaje y la violencia con la que sacude lo que está a su alrededor. Por lo bajo, filosos arrecifes de coral. Por arriba, el peso y velocidad de una ola que adquiere el aspecto de una caverna gigante y deformada; el avance feroz de una pared de agua tan pesada que al derumbarse va arrojando fuerzas del océano en diferentes direcciones.

 

Los oleajes de Teahupoo cobran mayor forma aproximadamente a unos 500 metros de la costa y poseen mejores condiciones de tamaño entre los meses de mayo y setiembre.

 

 

La «Ola del Milenio» por Laird Hamilton

 

 

El 17 de agosto de 2000 Laird Hamilton y su amigo Darrick Doerner vieron cómo emergía en el horizonte una ola de grandes proporciones acercándose hacia ellos. Doerner, quien se encontraba en el jet ski remolcando a Laird, recuerda en el documental Riding Giants:

 

«Lo remolqué hasta esta ola y estuve a punto de decir: ‘No sueltes la cuerda…’ Pero cuando miré hacia atrás, él se había ido».

 

Hamilton ya se había perfilado, pronto para afrontar la que sería catalogada como la «Ola del Milenio». Un colosal túnel de casi 20 metros de altura, descrita en esa misma película como «casi insondable en su masa, potencia y ferocidad«.

 

 

17/08/2000, Teahupoo – la «Ola del Milenio» montada por Laird Hamilton

 

 

 

Sam George, el ex editor principal de la revista Surfer, explica en ese documental la importancia de esta ola:

 

«El paseo de Laird en Teahupoo fue el más sorprendente, el más significativo en la historia del surfing. Más que ningún otro, por lo que hizo. Completamente reestructuró a nivel colectivo nuestra entera percepción de lo que era posible. Normalmente, los surfistas arrastran su mano a lo largo de la cara (de la ola). Laird tuvo que arrastrar su derecha, su mano trasera, en el lado opuesto de su tabla, para evitar ser succionado en esa hidráulica. En medio de esa vorágine, ¿cómo dijo su mente: ‘esto es lo que tengo que hacer’? Nunca nadie había montado antes de esa forma, tal como Laird montó esa ola. Fue la imaginación de lidiar con una energía inimaginable y elaborar un plan espontáneamente. Él no pudo haberlo practicado«

 

 

 

 

Considerado uno de los pioneros del surfing de olas grandes, Laird Hamilton fue también uno de los primeros en enfrentar olas de gran magnitud usando tablas de SUP o windsurf, en experimentar con kateboarding o hydrofoil, o en exhibir las posibilidades del surfing a remolque («tow-in surfing»), prácticamente el único recurso viable para llegar a montar olas como las de Jaws o Teahupoo.

 

Una leyenda viviente del surf, que siempre se mostró reacio y desinteresado a esa clase de clasificaciones y nombramientos, al margen incluso del circuito mundial de surf y las competencias oficiales.

 

« ‘Monté la ola más grande del año’ y todo ese tipo de cosas me parecen un tanto confusas. Una ola tiene tantas características que creo que es tan difícil poner títulos y afirmaciones...», sostuvo el propio Hamilton en entrevista con Stabmag.

 

 

La «Ola del Milenio» – La soltura y perfección con la que Hamilton monta esta bestia de Teahupoo sigue generando aún hoy el mismo asombro y admiración. Foto: Tim McKenna

 

Para Hamilton no se trata de distinciones. Una semana después de montar la llamada «Ola del Milenio», su padre Billy Hamilton, también experimentado surfista de olas grandes, le preguntó: «¿Por qué arriesgas tu vida montando olas como esta?». Su hijo contestó:

 

«Papá, he entrenado toda mi vida para esto. No quiero perderme una oportunidad como esa «.