Indodreams 2019 con el Patán & Cia
Conversamos con el Patán Olarte, que sigue viviendo el sueño de Indonesia. Olas perfectas, tubos grandes y amigos para compartir sesiones inolvidables. Pasen y vean…
Txt: Patán Olarte
Empezó todo en abril/mayo, Indonesia es el sueño de todo surfer, estar acá con olas perfectas. Subis mucho el nivel de surf, es increible como sentís la evolución.
Tuve la suerte de compartir un bote, el Maki Boat, con un grupo de uruguayos Panchito Deal, Pepe Maiorano, Nachito Diagosto, Mati, Mailon, Nane, Juan Campomar, Puerco Pereira… una banda tremenda. Empezamos con poca ola y terminamos surfando Thunders, increíble, el sueño del pibe… compartiendo con Taj Burrows, Dane Reynolds.
Después de eso, me bajé a tierra y me quedé en Hollow Trees con otros amigos uruguayos un mes. Luego Bali, un punto re turístico, cada vez hay más gente. La comitiva uruguaya estaba a pleno este año, muy gracioso. Corrí Desert Point, una ola perfecta y nos ganamos buenos tubos, aunque el crowd ha crecido mucho, agarrarte una buena ola es impagable.
Después a la locura de Bali de vuelta: motos, gente, ese «caos armonioso» que tiene Bali, es una locura, pero al mismo tiempo está todo como organizado. Ahí llegaron amigos, llegó «el Papote» Lucas San Martín, fotógrafo amigo que conocí la primera vez que vine. Junto al Buli Pereira me han ayudado mucho, me pasaron muchos piques y vivimos muchas alegrías juntos.
La idea era ir a Supersacks pero no se dio y terminamos en Padang Padang con una sesión increible. La primera vez que vine no tuve suerte de agarrarlo y esta vez me encontré con Santiago Rubio, Gonchi Pereira, y lo surfamos con unos tubos tremendos. El mar entró con todo el poder, muy larga la espera, pero corriéndote una o dos olas te coronabas.
En un momento de poca gente, me quedé esperando la ola unos 40 minutos y tenía a un brasilero adelante en la fila, entró la serie, la primera estuvo buena y la segunda era de las más grandes y tuve la suerte de llevármela.
Justo estaba mi amigo Lucas San Martín y salió una placa alucinante, en la que los sueños de cuando uno era chico, esas olas que miraba en los videos y revistas de surf, se hacen realidad. Poder vivirlo en carne propia y que además quede registrado por un gran amigo… Luego con la comitiva uruguaya, festejamos el mar.
