Augusto Pessio: record nacional de apnea en profundidad
Augusto Pessio Vignolo nació 24 años atrás en la zona rural de San Pedro, departamento de Colonia. Hace siete años no conocía el mar; hoy es surfista y guardavidas en el puesto de parada 8 de la Brava de Punta del Este. Salvaje conversó con quien ostenta el record nacional de apnea en profundidad. Augusto descendió 50 metros en San Andrés (Colombia), exigiendo sus pulmones al máximo y consiguiendo la marca N°1 de Uruguay.
Alegría: la de Augusto al alcanzar el record de 50 metros en las aguas de San Andrés.
¿Dónde vivís?
No tengo una residencia exacta, ja. Los últimos 3 años han sido mitad en Maldonado y la otra mitad en alguna parte de América, buscando olas y visibilidad para practicar apnea y pesca con arpón. Ahora estoy en Providencia, una isla en el medio del Caribe a donde vine para hacer pesca subacuática y apnea con tiburones.
¿Cómo se da tu ingreso a la brigada de guardavidas? ¿Qué te atrajo de la profesión?
Hace unos siete años, cuando tenía que decidir el lugar donde iba a estudiar educación física, mi vida era completamente diferente. En ese momento jugaba al fútbol, hacía natación en verano, y tenía una vida de vacas y campo jaja. No conocía el mar más que por el hecho de hacer playa en vacaciones (sí mucho río que es lo que tenía cerca), pero sabía que había algo que me atraía. Así que decidí irme a estudiar al este para conocer el mar, probar surf y ya que más o menos me manejaba en el agua, podía aprovecharlo de buena manera para hacer el curso de guardavidas.
¿Cómo cambia tu vida al mudarte de Colonia a Maldonado?
Fue llegar y conocer un estilo de vida con el mar, el cual quería que formara parte de mí. Empecé a surfear (o a hacer el intento jaja) mientras estudiaba la carrera y al siguiente año comencé el curso de guardavidas. Ahí conocí a muchas personas que estaban relacionadas al mar y me contagiaron su energía. Aprendí muchísimo y desde ahí ya fue solo tiempo para que cada vez estuviese más metido, ya sea surfeando, laburando, nadando o tomando mates en la playa.
Cambio de vida: del campo en Colonia a las olas de Punta del Este.
¿Es difícil una vez terminado el curso empezar a trabajar en la playa?
Una vez terminado el curso tuve que intentar dos veces la prueba para ingresar a la Brigada, ya que el nivel en verdad se pone fuerte y a veces son muy pocos cupos por temporada. Trabajo hace 4 temporadas en la AGM y actualmente estoy en la playa Papa Charlie (parada 8 de la Playa Brava) donde trabajo con Marcos y Agustín. Tenemos un muy buen equipo de trabajo.
¿Qué podés contar acerca de la apnea en profundidad?
La apnea en profundidad, si bien es un deporte extremo, está todo minuciosamente calculado, lo que hace que sea mucho más seguro. Ver la logística que lleva es impresionante. Para una competencia es necesario de al menos 4 safetys con conocimientos específicos de rescate y reanimación, un doctor, jueces, coordinador de plataforma, oxígeno puro, sonar, DEA y equipo DAN en plataforma, un sistema de contrapeso en caso de ser necesario para sacar al apneista, una lancha rápida en caso de emergencia, una ambulancia en la costa, entre otros. En la competencia todo tiene un orden, el apneista tiene que anunciar el día anterior la profundidad, la modalidad que va a hacer y el tiempo aproximado de su apnea y los jueces le darán su tiempo oficial en el que tendrá que hacer su inmersión. Desde su oficial top tiene 30 segundos para comenzar su inmersión, de lo contrario queda descalificado.
¿Qué efectos tiene la presión del agua?
En la profundidad, la limitante no corre únicamente por el tiempo de apnea, también influye por la capacidad de compensación y por la adaptación del cuerpo a las altas presiones de la profundidad. Por cada 10 metros de profundidad se gana una atmosfera (atm) en presión, por ejemplo, a nivel del mar estamos a 1 atm, a 10 m bajo el agua a 2 atm, a 20 m a 3 atm y así sucesivamente. Como los gases son muy comprimibles, afecta notoriamente las zonas de los oídos, mascara, senos paranasales y pulmones.
¿Por qué entrenar apnea y cómo se da tu record nacional?
Desde que me relacioné con el mar me llamó mucho la atención el surf de olas grandes, como esos surfistas pueden estar frente a esas condiciones y remar esas paredes enormes. Entonces pensé que si en algún momento iba a intentar correr esos monstruos, primero tenía que comenzar por lo que lógicamente me va a tocar por no ser buen surfista… el wipeout jajaja… Entonces hice un mini curso en Uruguay con el apneista argentino Ricardo Montans, él hizo que me copara mucho. Cuando terminé la carrera quería viajar a Centroamérica, pero debía seguir mi preparación si quería surfear esas olas. Así que averigüe donde podía practicar cerca de Centroamérica y mi primer punto de partida fue San Andrés.
Contanos de esa experiencia…
Empecé con los cursos y entrenamientos de apnea en profundidad y pronto se volvió un deporte que quería tenerlo en mi vida. Mi instructor Walid Boudiahf, es uno de los referentes en el mundo en este deporte. En ese mismo tiempo Walid organizaba el Nirvana Oceanquest por segundo año: es un campeonato internacional de apnea en profundidad. Ahí tuve la posibilidad de trabajar en el equipo de safety (seguridad) y como lanchero. Desde ese año continué entrenando siempre y cuando las condiciones me lo permitían, ya que encontrar profundidad y la logística es bastante complicado.
¿Allí se realizan las competencias?
Sí. Este año regresé a San Andrés para formar parte del equipo de trabajo para la competencia que se iba a realizar y aprovechar para entrenar, ya que las condiciones son excelentes. Estuve haciendo de safety durante un mes y medio previo a la competencia y me sentí muy cómodo. Fue un entrenamiento muy bueno: eran inmersiones repetitivas con esperas a profundidades de entre 20 y 35 metros. Días antes de la competencia los compañeros de safety con los que trabajaba, algunos competidores y Walid, me estaban dando para adelante para que, además del trabajo que hacía, compitiera. Como no me faltaban ganas, enseguida me anoté jaja. La competencia duraba siete días, con uno de descanso exactamente a la mitad. Los primeros días en cuanto al trabajo son más difíciles, decidí competir en los últimos tres.
«A más de 30 metros de profundidad los pulmones son comprimidos a tal punto que se parecen al tamaño de una pelota de tenis», explica Augusto.
¿Cómo se lleva adelante la inmersión?
En competencia la inmersión se hace de la siguiente manera: el competidor puede comenzar su calentamiento 45 minutos antes de su tiempo oficial en las líneas de calentamiento, 5 minutos antes del tiempo oficial pasará a la línea de competencia para prepararse para su inmersión. Una vez llega su tiempo oficial tiene 30 segundos para sumergirse y comenzar con su inmersión. El apneista debe bajar en la modalidad que anunció, llegar a la profundidad anunciada tomar un tag (una tarjeta) que se encuentra a esa profundidad y regresar con ella a la superficie. Una vez en la superficie deberá hacer un protocolo pre establecido para demostrar que se encuentra bien.
¿En qué consta?
El protocolo por orden es: despejarse vías aéreas (ya sea quitarse mascara o noseclip), unir dedos pulgar e índice y decir «I am ok». Si todo esto se realizó correctamente dentro de los tiempos, deberá mostrar el tag y después de unos segundos recibirá una tarjeta blanca lo que dará por aprobada la inmersión. De no ser así, puede ser observación (tarjeta amarilla) o descalificación (tarjeta roja). Para aprobar un record tiene que ser una inmersión completamente limpia, es decir una tarjeta blanca.
¿Cómo hiciste para empujar tus límites durante los entrenamientos y la competencia?
En competencia se puede realizar un intento de hasta 3 metros más profundo de su mejor personal (PB). Como mi PB en entrenamientos había sido de 47 m y los jueces y safety lo habían observado, sabía que podía intentar los 50 en competencia lo que era mi objetivo. Para comenzar tranquilo (ya que la competencia implica cierto estrés, más aún siendo mi primera competencia) y es justamente lo que no se necesita para este deporte, anuncié 40 mts en peso constante (CWT) los cuales sentía que era una profundidad que manejaba y podía hacerla tranquilamente. Decidí hacer esta modalidad ya que tanto por el entrenamiento que hacia como safety y como guardavidas estaba bien adaptado a las bi-aletas. Y así fue, una inmersión muy relajada en la que disfrute durante toda la inmersión.
Para el siguiente día anuncié 45 m. El día antes de la prueba entró un temporal bastante fuerte y el mar estaba movido. Como las condiciones necesitan ser prácticamente perfectas para este deporte se decidió suspender por ese día la competencia. No puede hacer mis 45, y solo quedaba un día de competencia. Sabiendo que era mi última inmersión decidí jugármela por los 50.
¿Cómo estaba el mar el día de la competencia?
Ese día las condiciones eran más difíciles de lo habitual. La tormenta se había ido pero había quedado un mar de fondo que creó una corriente en los primeros 30 metros y otra en un sentido diferente a mayor profundidad lo que hace que tengas que readaptar la posición del cuerpo para tener una buena caída libre. Ese día fue bastante duro, hubieron dos black outs (síncope) en los últimos metros y algunos sambas (pérdida de control motor). Como a todo uruguayo, nos encantan las cosas difíciles y las emociones fuertes, así que, ¿que mejor día para intentarlo que este?
Una inmersión que quedó para el recuerdo en todo sentido…
A diferencia de la anterior, esta inmersión fue más dura y exigente. Sentí mucho la presión en mis pulmones sobre todo en últimos más profundos, literalmente sentía como la presión iba comprimiendo mis pulmones (a más de 30 metros de profundidad los pulmones son comprimidos a tal punto que se parecen al tamaño de una pelota de tenis). Pero esto no impidió que lograra llegar a los 50, tomar el tag, ascender y cumplir con el protocolo, validando la marca y hacer el nuevo record nacional. Fue una inmersión exigente y tuve que descansar unos dias para recuperarme al 100%, pero la inmersión en general fue super satisfactoria.
¿Algún rescate salvaje que puedas contar?
Hace dos temporadas, pleno enero, era temprano, ya teníamos unos cuantos bañistas, recién habíamos comenzado el servicio con mi compañero Marcos Colinet y hacía calor. Era un día de los complicados, había entrado un fuerte swell del SSE y la playa se había tornado con una dinámica agresiva. Entraba un set de olas y con el agua que cargaba se creaban corrientes de retorno con gran fuerza. No pasó mucho tiempo hasta que nos surgiera una situación, a lo lejos, en el punto más alejado de nuestra caseta vemos a 6 cabezas que la corriente se las estaba empezando a llevar. Al instante los dos tomamos las patas, yo tomé el único torpedo y salimos corriendo. Marcos a la pasada manoteó un body de un niño que estaba en la orilla, él sabía que en esas condiciones un solo torpedo no era suficiente. A medida que nos íbamos acercando veíamos como la corriente de retorno se los llevaba más y más adentro. Llegamos al retorno y para eso ya estaban cerca de la segunda rompiente. Las seis personas se habían dividido en dos grupos, así que Marcos fue por uno y yo por el otro.
Qué momento…
Desde que entré al agua perdí de vista a Marcos y las víctimas de él. De hecho, hasta llegar a las mías, el último momento donde las había visto era desde la arena, igual sabía a donde debía nadar. Cuando llegué a ellas, me encontré con una familia desesperada pidiendo auxilio. Mamá, papá y su hijo de 13 años. Abrazé al chico y a la madre y me sujeté al torpedo y le pedí al papá que se agarrara firmemente de él sin soltarse. Antes de comenzar a remolcarlos les expliqué que ya estaban a salvo y que tenían que estar tranquilos y que necesitaba de su cooperación para poder salir más rápido… nadé hacia el costado para esquivar la corriente y enseguida comenzamos a salir hacia afuera. En todo momento estaba buscando a Marcos, pero con el mar era imposible de encontrarlo. Nos llevó un rato salir y tuvimos un par de revolcones de regalo pero sólo terminó en un susto y un sabor a agua salada en la boca jaja.
¿Y a Marcos cómo le fue?
Al llegar a la arena enseguida encontré a Marcos. Él cuando llegó a las víctimas comenzó a remar hacia el otro lado, y salimos como a 100 metros uno del otro. Fue un rescate salvaje en un mar salvaje. De regreso a la caseta, no alcanzamos a subirnos que tuvimos que tirarnos nuevamente. Ese día, en menos de 3 horas hicimos 4 rescates.
El equipo de la Parada 8 de la Brava. «Se podría trabajar en un proyecto para que los guardavidas fueran de escuela en escuela transmitiendo sus conocimientos y experiencias, fomentando la prudencia, el cuidado del medio y así lograr disminuir las situaciones riesgos», propone Augusto.
¿Surfeas?
Si, el surf es mi pasión. Desde que comencé a viajar, lo que me motivaba era ir en busca de lugares naturales con buenas olas o que me permitan mejorar algún aspecto para crecer como surfista como esto de la apnea. Ahora mismo estoy en la Isla de Providencia -Colombia- no necesariamente por surfing. Estuve trabajando y participando con esto del campeonato hasta el 10 de mayo, y no tuve mucho tiempo libre, así que me tomé un mes más para hacer pesca sub acuática y hacer apnea con tiburones que acá hay una gran cantidad. Después que termine acá, regreso por unos días a Uruguay, que mi hermano Gero va a ser papá. Después arranco para Puerto Escondido a recibir unas buenas palizas jaja
¿Que mejorarías para que haya menos ahogamientos en Uruguay?
En Uruguay tanto la población como el gobierno no son conscientes de dos cosas. Uno, no se dan cuenta de que tenemos tanta agua, no me refiero al océano solamente, sino a todos los espejos de agua, arroyos, lagunas, ríos, piscinas, etc. De lo contrario, este tema no tendría la gravedad que tiene hoy día. Y la segunda, es que no son conscientes de que el riesgo está en cualquier lugar en base al conocimiento y habilidades dentro del agua de cada persona.
¿Qué es un lugar riesgoso?
No es necesario una tempestad o una corriente de retorno como las que se ven en los días de mar fuerte para que haya riesgo. Cualquier lugar ligeramente más profundo que la altura de una persona con corriente o tan tranquilo como una piscina es potencialmente riesgoso si no se tiene el conocimiento mínimo de flotar. Y esto es lo que sucede la mayoría de las veces. Esto pasó en la anécdota del rescate salvaje. Estos rescates con situaciones así son las menores. La mayoría de los rescates que tenemos son los días en los que el agua parece tranquila y que no va a suceder nada y ahí es donde está el problema, la gente toma confianza sin tener conocimientos, es simplemente caer en un pocito o quedar detrás del banco que si no das pie te ahogás. Puede haber menos de un metro de profundidad pero si es un niño y no tiene la habilidad de flotar es una catástrofe.
«La mayoría de los rescates que tenemos son los días en los que el agua parece tranquila y que no va a suceder nada», advierte.
Entonces… ¿qué debemos hacer?
La mayoría de ahogamientos se produce en lugares donde no hay guardavidas. Sería un error de mi parte decir que la población tenga que bañarse únicamente donde hay guardavidas porque, como dije antes, hay una gran cantidad de espacios para bañarse y sería imposible e inviable poner un servicio en cada uno de ellos. Me encantaría que fuese así, pero la realidad es otra. Actualmente, en nuestro país no estamos abarcando este tema como deberíamos, si lo hay en algunas zonas, pero para atacarlo bien hay que hacerlo por todos lados igual y para todos.
¿Cómo?
Por un lado con educación. Educando a todos los niños desde las escuelas. Hoy en día hay una gran cantidad de guardavidas que trabajan solo por temporada. Se podría trabajar en un proyecto para que los mismos fueran de escuela en escuela transmitiendo sus conocimientos y experiencias, fomentando la prudencia, el cuidado del medio y así lograr disminuir las situaciones riesgos. Por otro lado, sería una cuestión de recursos materiales y humanos para su aplicación. Es necesario de construir mayor cantidad de piscinas públicas en todo el país, obviamente acompañadas de buenos proyectos de enseñanza, para que la población tenga un espacio donde aprender habilidades de flotación básicas, de esta manera se disminuiría notoriamente estas fatalidades y además lograríamos una mejor calidad de vida.
Tu lugar en el mundo y tus playas preferidas en Uruguay:
Mi lugar en el mundo… no hay uno exacto pero sería pegado al azul, con buenas olas, visibilidad, calor, fauna y sin contaminación. Como playa favorita en Uruguay sería muy local decir Papa Charlie jaja… las que más alegría me han dado cuando el swell se pone son la Plage (o unos años atrás cuando el banco estaba perfecto), la 31, la Boya y las playas de Santa Teresa que son increíbles como playa, olas, naturaleza y cuando lo permite también la visibilidad.
¿Te cuidás en la alimentación? ¿Cómo te entrenas para tu trabajo?
Me cuido siempre y cuando se permitan las tortas fritas, el asado y las pizzas de vez en cuando jaja… no tengo una dieta específica pero tampoco vivo comiendo esas porquerías fritas que son malísimas. Tanto en los viajes como en casa me cocino lo típico del lugar y me adapto a eso. Si es posible, aprovecho para meter algún vegetal. Como uruguayo me encanta el asado y cuando estoy fuera lo compenso con pescado.
En cuanto al entrenamiento tampoco es que tenga un plan específico, pero diría que como regla general al menos hago una actividad en el día. Me encantan la mayoría de los deportes de agua así que logromantenerme en buena forma entre surfing, apnea, pesca submarina, unos nados de fondo o de vez en cuando alguna corrida.
¿Qué personas inspiran tu vida?
Desde siempre mis padres y mis hermanos, es inexplicable el apoyo que he tenido al momento de probar nuevas cosas que hoy forman parte de mi vida. La oportunidad de abrirme las puertas al mundo se las debo a ellos. También están dos amigazos, Badincho y Marcos, ellos también me inspiran en la vida.
Una frase de cabecera que haya ayudado a superarte:
No tengo una frase definida. Pero creo que la superación esta en la perseverancia, definir tus objetivos o metas para que cada idea, acciones y decisiones vayan en el mismo sentido, siempre poniendo la mejor energía en cada momento, porque al final, la recompensa se encuentra más que nada en el camino.
