Marcela Di Leone se une al team Salvaje
Conocé a la kitesurfer Marcela Di Leone, nueva integrante del team Salvaje.
Marcela tiene 29 años y vive en Punta del Este. Con los deportes acuáticos como pasión familiar, empezó con el windsurf cuando era chica. Siempre dentro del agua, se pasó al kitesurf y no lo soltó más. Estudió en el Instituto de Educación Física y en su escuelita Kite Club une su pasión por el kitesurf y su vocación para la docencia.
¿Cómo empieza tu pasión por los deportes acuáticos?
De chiquita hacía windsurf con mi viejo, veníamos los fines de semana y las vacaciones acá a Punta del Este y nos íbamos a la laguna Garzón. Después cuando me vine a vivir sola y se me complicaba un poquito el equipamiento de windsurf, que era muy pesado y armarlo era un poco complicado. Ahí fue que vino el kitesurf, con mi hermana empezamos el curso y de ahí en más nunca lo dejé. También surfeo pero poco, cuando no hay viento.
¿Qué fue lo que te gustó del kitesurf que te hizo centrarte en ese deporte?
Que era yo, la naturaleza, mi equipo, el viento y no precisaba de más nadie para practicarlo, me daba mucha libertad.
Kitesurf competitivo.
Competí en Uruguay hace cinco años y después hemos ido a Argentina. Acá no hay muchas competencias, estuvo esa y después no han habido más. Estaría bueno que se haga alguna.
También sos instructora, ¿cómo se dio eso?
Me gustó tanto el deporte que hice un curso de deportes náuticos en Piriápolis, en la UTU de Arrayanes. Fui con la idea de armar mi propia escuelita de kite y terminé armándola con un amigo. La escuela se llama Kite Club y estamos en el puente redondo de la laguna Garzón. Me siento muy bien cuando doy clases, y creo que logro llegarle bastante bien a los alumnos.
En la escuelita estamos todo el año y damos clases a todos los niveles y todas las edades. Tenemos de chiquitos de siete años hasta adultos. No hay edad y no se necesita condición física ni conocimientos previos para hacer el curso, así que todos invitados a hacer el curso de kitesurf.
Contame un poco sobre Kite Girls.
Eso surgió hace dos años con otra amiga, había muy pocas chicas navegando y queríamos que se agrande la comunidad de kitesurfistas mujeres. Se nos ocurrió armar un grupito reclutando a todas las chicas de todas las escuelas que a veces quedábamos un poco solas navegando o entre muchos hombres. Así surgió, el año pasado fuimos a Brasil y este año tenemos programado volver, también nos juntamos en la laguna Garzón los fines de semana y hacemos clínicas y talleres para avanzadas.
¿Cómo ves el kitesurf en Uruguay?
Últimamente ha crecido un montón. Cuando yo arranqué hace ocho o nueve años éramos poquitas chicas y había poca gente. Ahora creo que ha crecido muchísimo, se puede ver acá en Punta del Este y aún más en Montevideo.
Vas a formar parte del equipo de Salvaje.
Me encanta la idea de formar parte de un grupo que no sea solo de kite y tenga otros deportes náuticos.
